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En la innovación abierta las ideas son como el póker

Un ejemplo de esta nueva forma de colaborar con el ecosistema es Bridge, centro de innovación abierta impulsado por Accenture.

Por: | Publicado: Jueves 31 de mayo de 2018 a las 04:00 hrs.
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La mejor forma de construir innovación abierta en las empresas es no renunciar a las ideas externas y cambiar la mentalidad, en el sentido de valorizar el conocimiento de gente ajena que permite generar nuevos modelos de gestión internamente. Con esta idea, Henry Chesbrourgh junto a su equipo prepara la quinta versión del World Open Innovation Conference, WOIC, para el próximo 13 y 14 de diciembre en la Haas School of Business en Berkeley. El padre de la innovación abierta ha profundizado su modelo de apoyar empresas que “usen sus ideas con prontitud e incorporen inteligencia colectiva”.

Él insiste que “las ideas que no se usan rápidamente pueden perderse, así como también a las personas que las crearon”. La lógica de una sola estrategia I+D interna se ha vuelto obsoleta. El conocimiento útil se encuentra disperso entre muchas industrias y las ideas deben utilizarse con prontitud. Estos factores crean la lógica de la innovación abierta, que adopta ideas y conocimientos externos en conjunción con la I+D interna.

De la misma forma lo pensaron en Bridge, el primer centro de innovación abierta de iniciativa 100% privada que aterriza en Chile, impulsado por Accenture. El gran pilar estratégico es constituirse en el puente o traductor entre las grandes empresas y las startups tecnológicas con foco B2B para aportar a la cadena de valor de las compañías, y además contribuir al ecosistema del emprendimiento del país. En la actualidad, el centro ya cuenta con alrededor de 15 a 20 startups establecidas, y los números van al alza.

“En el corto plazo, Bridge busca convertirse en un símbolo de colaboración con el ecosistema nacional”, señala Tomás Sánchez, director de Innovación de Accenture Chile.

Según el ex director de investigaciones de IBM, James McGroddy, “cuando uno aplica una tecnología conocida a su actual negocio es como un juego de ajedrez porque conocemos las piezas y sabemos lo que pueden o no hacer. De hecho, es posible pensar las jugadas por anticipado. En un mercado nuevo, la planificación de la tecnología es totalmente nueva y ya no se está jugando ajedrez, sino póker. No se conoce la información por anticipado, pero igual se debe gastar dinero adicional para seguir en el juego y ver la carta siguiente”.

El dilema es, entonces: ¿ajedrez o póker?

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